La
anécdota de hoy dicen que sucedió en Montecarlo. Verán, andaba Charles Chaplin
por la calle, cuando le llamó la atención que en un local se había convocado un
concurso de imitadores de ¡él mismo! No lo dudó. Sin revelar su identidad, se
apuntó y pronto se vio rodeado de otras seis personas que iban vestidas como él
solía hacer. El concurso se desarrolló y lo curioso es que Charlot ¡terminó el
tercero! Tras la entrega del premio cuentan que felicitó al ganador diciéndole
que le podía jurar que actuaba mejor que el propio Charlot. ¡Y tanto! Tras esto
se marchó sin decir a nadie quién era.
Mark Sennet contrató a Charle Chaplin porque le vio representar una opereta en un teatrucho londinense. Cuando Charles llegó a Hollywood le dijeron que si quería empezar a trabajar y cobrar fuese al vestuario para que apareciese de extra en una película de Arbuckle. Chaplin fue al vestuario y no había nadie. Así que cogió un chaqué que estaba en el cubo de la basura, un bombín del suegro de Arbuckle, al que tenía gran estima, y unos pantalones del propio Arbuckle, donde cabían dos Chaplin. Zapatos no encontró de su talla así que cogió unos del número cuarenta y ocho. Salió al plató y arrancó un tronco de caña de una maceta para que le sirviese de bastón. Cuando Sennet lo vió se echó a reír y le dijo te falta algo, le puso un bigote falso. Así nació Charlot, gracias al genio de Chaplin, y al buen ojo y sentido del humor de Sennet.
Fuente: http://gkaplan.iespana.es/gkaplan/enlaces/anec2.htm
me gustaba mucho este actor
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