René Lacoste (1904-1996) fue un buen jugador de tenis francés. Entre sus triunfos está Roland Garros en 1929 y Wimbledon en 1925 y 1928, además de ganar en Forest Hills en EEUU, el Open de EEUU en 1926 y 1927. En el año 192,7 en la cumbre de su carrera, defendía los colores galos en la prestigiosa Copa Davis de tenis frente a EEUU, donde España acaba de tener una muy buena actuación quedando subcampeona del torneo, perdiendo en la final frente al potente conjunto australiano. Había mucha expectación ante el torneo y Lacoste se apostó con su capitán que si ganaba la copa el capitán le tenía que comprar una maleta de piel de cocodrilo, que como pueden imaginar valía un dineral. El caso es que ganó la copa y le compraron el regalo, por lo que los diarios de EEUU que siguieron el evento con mucha atención le pusieron el mote de "El cocodrilo" por lo de la maleta y por el gran coraje y tesón demostrado en la cancha. Lacoste, divertido por aquel mote que poco a poco fue universal, se hizo coser en las camisetas con las que jugaba un cocodrilo de color verde a la altura del pecho.
Por increíble que parezca, aquel asunto del cocodrilo se fue enredando favorablemente y Lacoste se terminó asociando con el dueño de la mayor fábrica textil del momento en Francia y crearon una fábrica de camisas que llevaban la marca del cocodrilo verde Rene Lacoste en la parte izquierda superior de la misma. Es decir, justo a la altura del corazón del usuario. Creo que todos sabemos cómo terminó la historia, ya que hoy casi 10 años después de la muerte del legendario Lacoste su marca es una de los líderes mundiales del sector y aquel pequeño cocodrilo sigue velando por los intereses de sus herederos. Es el poder de una marca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario