Desde hace varios años
es frecuente oír hablar del séptimo continente, una gran isla de basura y plásticos que supuestamente flota en algún lugar
del océano Pacífico.
Pero
¿existe realmente?
Miriam Goldstein, una bióloga marina del Instituto Oceanográfico Scripps de la Universidad de California, en San Diego,
visitó por primera vez el giro del Pacífico Norte durante la
expedición SEAPLEX
(Scripps Environmental Accumulation of Plastic Expedition), realizada
en 2009 a bordo del navío New Horizon. A un millar de kilómetros del
archipiélago de Hawái, este vórtice es uno de los cinco grandes giros
que existen en los océanos, cuyas corrientes rotativas se originan
debido a los distintos movimientos de las aguas y el viento. Es allí
donde debía estar el nuevo continente, compuesto íntegramente por piezas de plástico.
Los miembros de la expedición SEAPLEX fueron los primeros en investigar la cuestión.
Durante veinte días, recogieron muestras para estudiar la distribución
de los desechos y evaluar su impacto en la vida marina. Así,
detectaron toneladas y toneladas de plásticos de un tamaño tan diminuto que parecían que no estaban allí contaminándolo todo.
Contra todo pronóstico,
la científica cuenta que allí “el mar tiene un aspecto similar al de cualquier otra zona del océano. De vez en cuando se ven boyas, redes de pesca enmarañadas o neumáticos, pero ni hay una
isla, ni estos elementos son la mayoría de lo que encontramos”. La investigadora
cree que “el problema se ha explicado e ilustrado de una manera errónea”.
Fuente: http://www.muyinteresante.es/revista-muy/noticias-muy/articulo/expedicion-al-continente-de-plastico-201401276579
A pesar de su tamaño y densidad, la isla de basura oceánica es
difícil de ver incluso mediante fotografías satelitales. Tampoco es
posible localizarlo con radares.
En 2009 se descubrió la Mancha de basura del Atlántico Norte que está relacionada también con el Giro.
No hay ningún tipo de discusión en que el plástico es uno de los
materiales estrella en la industria mundial.
Lo encontramos en
innumerables objetos cercanos a nosotros pero, como algunos polímeros no
son biodegradables, de ahí que haya que controlar mucho su reciclaje.
Precisamente la mala gestión de estos residuos plásticos y su vertido
continuado durante muchos años a los mares y océanos en cantidades
inimaginables, ha originado la formación de una zona en el Pacífico (a
la altura de Hawai y a unas 1.000 millas de la costa de California mar
adentro), conocida como
El séptimo continente. Su extensión tiene unos 3,4 millones de km2, es decir, casi 7 veces la superficie de España.
Mide unos 22.000 km de circunferencia y se estima que su peso podría llegar a unos 100 millones de toneladas, según el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES). También se la ha bautizado con otros calificativos como el
Gran parche de basura del pacífico, la
Isla de basura o la
Gran sopa de plástico
puesto que la mayor parte de estos desechos no se ven a simple vista y
llegan hasta una profundidad de 35 m. La causa por la que se concentran
en un mismo punto miles y miles de toneladas de estos materiales es por
la circulación de las corrientes marinas que giran en el Pacífico en el
mismo sentido que las agujas del reloj.
Este movimiento rotatorio facilita que se vayan recogiendo y
arremolinando los residuos que, desde los ríos y los barcos, se van
vertiendo a nuestras aguas. El mismo giro ciclónico de estas corrientes,
producido por la fuerza de la corriente en vórtice del Pacífico Norte,
hace que toda esta basura marina vaya convergiendo año tras año en un
mismo punto, dando lugar a un remolino que impide que los desechos de
plástico se dispersen hacia las costas, de manera que lamentablemente no
para de crecer y crecer cada vez más. Nuestra falta de conciencia
ecológica ha creado un gravísimo problema medioambiental difícil de
solucionar.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2014/11/24/actualidad/1416848545_868050.html
El 30 por ciento del pescado que comemos contiene plástico
https://es.screen.yahoo.com/el-30-por-ciento-del-093017203.html
Como limpiar tan sucio paisaje, el proyecto de Boyan Slat, un estudiante holandés de ingeniería aeronáutica,
The Ocean Clean Up (La limpieza de los océanos),
ha reunido los dos millones de dólares (1,6 millones de euros)
necesarios para hacer un ensayo a escala real. Para premiar su
“inspirador esfuerzo”, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente
acaba de otorgarle el galardón Campeones de la Tierra. La idea de
limpiar el océano se le ocurrió a la vuelta de unas vacaciones en
Grecia, donde encontró “muchos más plásticos que peces durante el
buceo”. Tenía entonces 16 años y pensó que no hacía falta equipar
grandes barcos con redes para pescar las basuras. Él propone lo
contrario, es decir, esperar a que el mar las acumule en un lugar de
recogida apropiado. En sus propias palabras: “¿Para qué recorrer los
océanos si los océanos nos traerán los plásticos?”.
de 20 años que gracias a una campaña de financiación popular organizada en Internet, su plan, bautizado
En esencia, su plan consiste en “instalar unas barreras flotantes
compactas en forma de uve en zonas estratégicas del Pacífico Norte para
que los vientos y las corrientes lleven allí los restos”. “Una vez
reunidos, se extraen del agua gracias a una plataforma que los succiona y
genera su propia energía con el sol y las olas. El conjunto tiene unos
100 kilómetros de envergadura, y dado que la persiana de la barrera
llega solo hasta tres metros de profundidad, la vida sigue su curso por
debajo”. Según sus cálculos, podrían recogerse 65 metros cúbicos diarios
de material tóxico. Unos barcos apropiados limpiarían la plataforma
cada 45 días.
Fuente: .http://elpais.com/elpais/2014/11/19/ciencia/1416399074_761145.html
De
los millones de toneladas de basura que los humanos producen cada día, y
a pesar de que una buena parte acaba en vertederos, algunas terminan
alcanzando el océano por accidente o a través de vertidos ilegales.
¿Toda la basura es plástico? ¿Se reparte la basura geográficamente por
igual? Pues no exactamente.
Investigadores del
Instituto Alfred-Wegener alemán acaban de compilar información global con la que han creado una base de datos que revela los
puntos de acumulación
de la basura a medida que se expande por los océanos. El trabajo marca
los lugares donde se concentra, desde las tristemente famosas
islas flotantes de basura del norte del Pacífico, pasando por las profundidades oceánicas, y acabando por las playas de medio mundo.
El trabajo de estos oceanógrafos germanos es en realidad un meta-estudio,
en el que se han mezclado los datos recopilados por miles de estudios
realizados desde 1960 hasta el año actual. Con toda esa información han
realizado un mapa de la distribución de la basura que revela algunos puntos calientes.
Por ejemplo, los puntos más contaminados con más de 10.000 millones de
piezas de plástico por kilómetro cuadrado se encuentran cerca de la costa de Corea del Sur y de Jordania.
La mayor parte de esa basura, un 70% concretamente,
es plástico, seguido de lejos por el metal y los vidrios. Además, se
constata que buena parte de los residuos plásticos miden menos de 5
milímetros de longitud, haciendo que estos microplásticos sean el tipo de residuo prevalente.
Toda
esta basura hace que la vida en los océanos no resulta fácil en
absoluto para las criaturas marinas. De hecho, la base de datos revela
que más de 1200 especies acuáticas (mamíferos, peces,
crustáceos y otros) entran en contacto con el plástico de una manera u
otra, ingiriéndolo, viviendo en su interior o quedándose atrapado en él.
Fuente: https://es.noticias.yahoo.com/el-70-de-la-basura-de-los-oceanos-es-plastico-193130410.html
Más información:
http://es.wikipedia.org/wiki/Isla_de_basura
http://eldesconcierto.cl/la-isla-de-la-basura-el-septimo-continente/
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