sábado, 4 de octubre de 2014

Las aldeas Potemkin Lo que se esconde detrás de las fachadas



El término las “aldeas de Potemkin” equivale a villas simuladas o ficticias, construidas sólo para impresionar.
 Actualmente esta idea se usa para describir, literal o figurativamente, cualquier tipo de construcción que intenta impresionar a los demás haciéndoles pensar que una situación es mejor de lo que realmente es.
Grigori Aleksandrovich Potemkin, mariscal de campo de todas las Rusias, fue un personaje muy famoso en su época, ya que se puede decir que nada menos era el político favorito de la emperatriz Catalina II más conocida como Catalina La Grande.
 En 1873 Rusia consiguió conquistar Crimea, por lo que apenas cuatro años más tarde nombró a su protegido, el mariscal Potemkin, gobernador de la nueva provincia.


La emperatriz vivía en un mundo irreal manejada por los enredos de sus políticos, donde no se enteraba de la misa la mitad ni de la realidad dura y cruel que la circundaba, como por ejemplo la horrenda miseria en la que vivían tras guerras y penalidades sus nuevos ciudadanos de Crimea. 

Potemkin, deseoso de agradar a su protectora y sabiendo que estaba peor de la vista que Rompetechos, se encargó de organizar la ruta que seguiría en su visita a Crimea Catalina. Pero previamente mandó una legión de albañiles y carpinteros que construyeron a lo largo de toda la ruta imperial una serie de fachadas en las que dibujaron a ciudadanos felices y contentos que se asomaban a las ventanas saludando. Las fachadas así ocultaban las aldeas míseras que había detrás de las mismas donde la gente se moría de hambre y de frío, hacinados en sus míseras chozas realizadas con materiales de fortuna.
La emperatriz pasó con su carruaje y entre la distancia y lo corta que era de vista la pobre no se dio cuenta del engaño y cuando volvió a su palacio se llevó una grata impresión de lo felices que eran sus administrados. En cuanto el carruaje pasaba de vuelta los carpinteros del gobernador Potemkin quitaban las fachadas falsas y la miseria volvía a verse en su cara más cruda. Este episodio pasó a la historia con el nombre de "Las aldeas Potemkin
 Consecuentemente en la vida actual, las empresas buscan impresionarnos y cautivarnos  para capturar nuestros ahorros,  cuando usted esté buscando invertir su dinero en una empresa o en un negocio, en bolsa o en fondos de inversión incluso en política o negocios de empresa y vea una estructura con demasiados directores múltiples de alta popularidad y estatus, desconfíe. Podría estar ante una aldea de Potemkin. Recuerde no cometer el error de Catalina II. Detenga su barco, bájese del mismo y realice un escrutinio minucioso de la aldea que tiene frente a usted. “Golpee y abra todas las puertas de la aldea” hasta estar seguro de que lo ve es realidad y no un engaño.

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