Para este año se espera que se alcancen los 655 millones de
smartphones adquiridos y las previsiones de la consultora Gartner auguran que en
el año 2015 se venderán más de mil millones de teléfonos móviles con conexión a
Internet. Son signos de que algo está cambiando. Empresas como Apple afirman
desde hace varios años que la llamada
"era post-PC" ha comenzado. Sin
embargo, otras como HP rechazan este término, ya que consideran que ni teléfonos
ni tabletas pueden sustituir ciertos aspectos del ordenador, como la educación
en las escuelas o la superación de la productividad conseguida mediante
ordenadores personales en el mundo empresarial. También Michael Dell, fundador
del fabricante de ordenadores que lleva su apellido, asegura que el aumento de
las ventas de smartphones y tabletas como reemplazo potencial de los ordenadores
no le preocupa.
El ordenador ha perdido el trono del hogar
El protagonismo de smartphones y tabletas permite a muchos usuarios el
consumo de contenidos digitales desde diferentes dispositivos y de modo
descentralizado. Es decir, el ordenador personal ya no es la única alternativa
para trabajar y acceder a la información sita en la Red. Hoy en día,
muchos
de los dispositivos portátiles existentes en el mercado tienen mayor capacidad
de proceso que los ordenadores personales que se vendían hace un quinquenio.
Por otro lado, los servicios de
almacenamiento en la "nube" resultan
idóneos para tener una copia de los documentos en un servidor que, además de ser
más seguro que un disco duro de ordenador, es accesible desde cualquier lugar y
mediante cualquier dispositivo con conexión a Internet. Con ello se facilita la
movilidad y el trabajo en equipo, características en principio poco amigas de
los ordenadores pesados.
Además, las tabletas están pensadas desde el enfoque de una mejor experiencia
de usuario: son dispositivos cuyo entorno gráfico facilita que el aprendizaje
informático sea mucho más rápido que en el uso de un ordenador. De hecho, las
tabletas, sobre todo el iPad, se recomiendan tanto en el campo de la educación
como en la iniciación de personas mayores en las nuevas tecnologías.
Por otro lado, su pantalla resulta apropiada para realizar una
videconferencia familiar o acceder a una web de noticias con una comodidad
similar a la de leer en un periódico. El uso cotidiano que realizan muchos
usuarios de estos dispositivos es el de
consumir contenidos en Internet
e, incluso, redactar documentos ofimáticos o consultar su correo electrónico.
Las tabletas no lo pueden hacer todo
Los usos antes comentados se pueden realizar desde una tableta o un teléfono
móvil de última generación, sobre todo en lo concerniente al consumo de
contenidos digitales. Sin embargo,
para las tareas más complejas, como son la
mayoría de las que implican producción de textos y archivos multimedia y su
posterior edición, aún es necesaria la concurrencia de un ordenador.
Una alternativa ocasional puede ser empleo de accesorios que conviertan la
tableta en algo similar a este, pero desde el punto de vista ergonómico, se
trata de complementos poco aconsejables, ya que a la larga su abuso puede
generar lesiones. Hay que tener en cuenta que el tamaño del ordenador y la
necesidad de manejarlo desde una silla (el modo más correcto) están pensados
para preservar la salud del usuario, algo no tan importante en las tabletas dada
su ligereza.
El mayor tamaño de la pantalla, así como el uso de periféricos como
teclado y ratón, también son puntos a favor de conservar en casa al menos un
ordenador
para las ocasiones de trabajo productivo. De nuevo hay que
tener en cuenta que favorecen tanto a la vista como a la espalda y las
extremidades. Quienes hayan usado una pantalla táctil para teclear con
frecuencia tal vez conozcan las lesiones por esfuerzo repetitivo. No es lo mismo
la edición rápida de un texto en una tableta que tener que escribir un documento
de varias páginas desde uno de estos dispositivos portátiles. También hay tareas
que se realizan de forma más cómoda y rápida mediante un teclado y un ordenador,
como copiar información entre diferentes documentos, gestionar bases de datos o
editar una hoja de cálculo.
El software también cuenta
A pesar del aumento exponencial de las aplicaciones disponibles en tiendas
como App Store de Apple o Google Play en Android, las posibilidades que permiten
los programas existentes para un ordenador no las ofrecen ni las tabletas ni los
teléfonos móviles.
El potencial de un programa de escritorio resulta muy
superior.
Por este motivo, la estrategia de muchas empresas y fabricantes de
ordenadores y software, como Apple, Microsoft o Google, es crear un ecosistema
de dispositivos alrededor de sus servicios on line que no olvide ni ordenadores
ni tabletas. Es decir, que los usuarios cuenten tanto con unos y otros para no
dependender de ningún dispositivo en concreto y poder así utilizar cada aparato
según conveniencia, pero siempre sobre la misma base de escritorio.
Los fabricantes se encomiendan a Microsoft
En el tercer trimestre del año, Apple ha vendido 26,9 millones de teléfonos
iPhone, con un crecimiento del 59% respecto al mismo trimestre del año anterior.
En este mismo periodo, Apple también comercializó 14 millones de tabletas iPad
frente al 4,9 millones de ordenadores Mac. Las ventas de ordenadores personales
se han estacando. HP tuvo un descenso de un 6% durante el tercer trimestre, que
se traduce en un 12% menos en ordenadores portátiles.
Por este motivo,
los fabricantes de ordenadores confían en el lanzamiento
de Windows 8, el nuevo sistema operativo de Microsoft, para impulsar las ventas
de nuevos ordenadores. Sin embargo, la propia Microsoft se ha encargado de
lanzar, a la vez que el nuevo sistema, una tableta llamada Surface, lo que deja
claro hacia dónde apuesta del gigante del software. También se especula que
desee sacar a la venta un smartphone de marca propia.