“Seguir en sus trece” se usa precisamente para referirse
a alguién obstinado y empeñado en algo.
" Algunos sostienen que proviene de la obstinación con que el antipapa español Pedro de Luna, durante el cisma de Occidente, mantuvo sus derechos al trono bajo el nombre de Benedicto XIII. Para otros hace referencia a un juego de cartas, similar al siete y medio. En ese caso, la cantidad de tantos máximos para poder ganar el juego era "quince". De esta forma, sucedía con mucha frecuencia que el jugador, al alcanzar ocasionalmente los trece puntos y por temor a pasarse de la cantidad ideal, se rehusaba a pedir otra carta y se plantaba en ese número"
Nacido como Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor en 1328 en la provincia de Zaragoza y por lo tanto español, es poco más conocido como Benedicto XIII pero famoso por su apodo: Papa Luna. Este hombre, aunque Papa de nombre, perteneció a la obediencia de Aviñón, cuando la Iglesia tenía dos papas.
Es algo que me fascina, aquella lucha de poder en el seno de la Iglesia y cómo los dos papas se consideraban legitimados para serlo. Pero siendo este punto elemento necesario en lo que voy a contarles, no es la clave. La cuestión sobre la que trata la curistoria es que este papa Benedicto XIII se negaba a renunciar a su cargo eclesiástico, a pesar de lo acordado en el Concilio de Constanza. Finalmente se retiró, volviendo a España, al Castillo de Peñíscola, donde moriría en 1423 y allí mantuvo un pequeño grupo de apoyo y siguió llamándose a sí mismo papa Benedicto XIII.
Y por esta cabezonería y por ser el XIII el guarismo asociado a su nombre papal, es por lo que tenemos hoy en nuestro lenguaje la expresión “seguir en sus trece”
Fuente: http://curistoria.blogspot.com.es/2011/05/seguir-en-sus-trece.html
" Algunos sostienen que proviene de la obstinación con que el antipapa español Pedro de Luna, durante el cisma de Occidente, mantuvo sus derechos al trono bajo el nombre de Benedicto XIII. Para otros hace referencia a un juego de cartas, similar al siete y medio. En ese caso, la cantidad de tantos máximos para poder ganar el juego era "quince". De esta forma, sucedía con mucha frecuencia que el jugador, al alcanzar ocasionalmente los trece puntos y por temor a pasarse de la cantidad ideal, se rehusaba a pedir otra carta y se plantaba en ese número"
Nacido como Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor en 1328 en la provincia de Zaragoza y por lo tanto español, es poco más conocido como Benedicto XIII pero famoso por su apodo: Papa Luna. Este hombre, aunque Papa de nombre, perteneció a la obediencia de Aviñón, cuando la Iglesia tenía dos papas.
Es algo que me fascina, aquella lucha de poder en el seno de la Iglesia y cómo los dos papas se consideraban legitimados para serlo. Pero siendo este punto elemento necesario en lo que voy a contarles, no es la clave. La cuestión sobre la que trata la curistoria es que este papa Benedicto XIII se negaba a renunciar a su cargo eclesiástico, a pesar de lo acordado en el Concilio de Constanza. Finalmente se retiró, volviendo a España, al Castillo de Peñíscola, donde moriría en 1423 y allí mantuvo un pequeño grupo de apoyo y siguió llamándose a sí mismo papa Benedicto XIII.
Y por esta cabezonería y por ser el XIII el guarismo asociado a su nombre papal, es por lo que tenemos hoy en nuestro lenguaje la expresión “seguir en sus trece”
Fuente: http://curistoria.blogspot.com.es/2011/05/seguir-en-sus-trece.html
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