Este drama litúrgico y canto gregoriano que se interpreta en las iglesias de la isla mediterránea en los maitines de Navidad, ha dado el salto a patrimonio de la UNESCO seis años después de haber sido declarado Bien Inmaterial de Interés Cultural por el Consell insular.
La "Sibil·la" es el canto de un poema sobre el juicio final, el "Judiciaria signum", acompañado de música gregoriana, que reproducía las profecías de la sibila de Eritrea, fue trasladado al latín por San Agustín y que a partir del siglo XIII se canta en catalán, según recoge el Consell, responsable de la candidatura.
La "Sibil·la" es el canto de un poema sobre el juicio final, el "Judiciaria signum", acompañado de música gregoriana, que reproducía las profecías de la sibila de Eritrea, fue trasladado al latín por San Agustín y que a partir del siglo XIII se canta en catalán, según recoge el Consell, responsable de la candidatura.
Según algunas tradiciones, hubo una joven hija del troyano Dárdano y de Neso[2] (hija del gobernador Teucro) que estaba dotada del don de la profecía y tenía una gran reputación como adivina. Esta joven se llamaba Sibila y por eso desde entonces vienen llamándose así a todas las mujeres que ejercieron esa capacidad de profetizar.
Actividad de ampliación: buca por intenet, para después exponerlo en clase, los otros elementos españoles como el flamenco, a la dieta mediterránea y a los "castells" catalanes que han quedado incluidos en su lista representativa.
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