Dicho así parece extraño… y en realidad lo es, ya que, aprovechar las capacidades naturales de ciertos componentes de las espinacas para crear un sistema que obtiene energía y un combustible limpio a partir de agua y luz solar.
En términos técnicos, lo que han creado los investigadores es una célula bio-foto-electroquímica – BPEC
por sus siglas en inglés. Se trata de un sistema artificial que lleva
aparejada una tecnología biológica bien conocida: la fotosíntesis.
Explicado
de manera simple – y por lo tanto simplista – la fotosíntesis es un
proceso bioquímico que aprovecha la energía solar para “romper” la
molécula de agua, mover electrones entre atómos, y con ello generar
energía química. Esta energía química se almacena en forma de enlaces de
carbono, y es la parte que entendemos como “las plantas generan su
propia comida”.
Todo este proceso tiene lugar en los cloroplastos, en concreto en una región llamada tilacoides. Los responsables del BPEC
han aprovechado los tilacoides de la espinaca para su creación. Los
motivos son simples: la espinaca es barata, y extraer sus tilacoides es
sencillo.
Bien,
hasta ahora tenemos el proceso en que se han basado – la fotosíntesis –
y el “procesador”, que serían los tilacoides de espinaca. Pero con esto
no se obtiene energía aprovechable por el ser humano, ¿o sí?
Sí,
porque han añadido un compuesto formado por hierro, que captura los
electrones. Y que luego los puede ceder, generando una corriente
eléctrica y por tanto energía. Con materiales tan comunes como la luz
del Sol y el agua.
Pero
aún hay más. También se genera hidrógeno y oxígeno. El problema con el
hidrógeno es que no se produce en una forma que se pueda aprovechar.
Para que sea útil industrialmente tiene que estar en forma de gas, y
para que el hidrógeno atómico forme gas de hidrógeno hace falta energía.
Lo
que se soluciona si se acopla una pequeña célula fotovoltaica que
aproveche – aún más – la energía solar. Con este “extra” de energía se
consigue hidrógeno molecular, que se puede emplear como combustible.
Simplemente con mezclarlo con oxígeno – que también se produce en la
reacción – se consigue producir energía.
Y
a diferencia del petróleo u otros combustibles fósiles, no genera gases
de efecto invernadero. El resultado de la combustión de hidrógeno gas
con oxígeno produce… agua. Cerrando el ciclo por completo.
Así
que lo que se ha creado es un sistema que, a base de agua y luz solar,
produce energía eléctrica, o un combustible que al “quemarlo” nos
devuelve la materia prima original, el agua. Un sistema ciertamente
elegante.
Ahora
queda conseguir que este sistema se abarate y se consiga producirlo en
suficiente cantidad como para que sea realmente útil para la población.
Fuente:https://es.noticias.yahoo.com/popeye-ten%C3%ADa-raz%C3%B3n-se-puede-sacar-energ%C3%ADa-de-las-082326239.html
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