Pues su etimología, que está bastante documentada y sobre la que quedan pocas dudas, se remonta nada menos que hasta hace cerca de dos mil años.
En concreto, al día en que los romanos conseguían entrar en Jerusalén arrasando el Templo. Cuando se produjo la conquista los mandos del ejército romano mandaron un mensaje codificado muy breve que sólo indicaba: HEP.
La clave era muy sencilla, se trataba de las iniciales en latín de una sencilla frase, no se habían complicado la vida: 'Hierosolyma est perdida', que en la lengua latina significaba que Jerusalén estaba perdida o que había caído derrotada. Al parecer la clave era conocida por muchos y algunos soldados la gritaban alzando los brazos cuando la oían, pues sabían que la victoria se había conseguido: "Hep, hep" (la derivación al hip, hip actual es bastante fácil de ver).
Lo que ya no está tan claro es lo del hurra que viene después. Hay quien dice que viene de una voz que designaba al dios griego de la guerra Ares, por lo que cuando los soldados gritaban el famoso código secreto, hep, hep, a continuación gritaban el nombre del dios de la guerra griega en esa especie de parasitaje que siempre tuvieron los romanos de muchas cosas de la cultura griega.
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