El filósofo Ludwig Wittgenstein (Viena, 1889-1951) se encontraba una vez con
un colega de la Universidad de Cambridge en la estación ferroviaria. Mientras el
tren llegaba, los dos se liaron en una discusión filosófica. El tren llegó, pero
la conversación estaba tan interesante que apuraron hasta el último minuto. Al
final el tren empezó a ponerse en marcha, entonces Wittgenstein salió corriendo
como una flecha, seguido por su compañero que corría un poco menos rápido.
Ejecutando una peligrosa cabriola, Wittgenstein saltó dentro del tren, pero su
compañero, por un segundo, no lo consiguió.
Un mozo de la estación que había observado las peripecias de ambos intentó consolar al compañero diciéndole: "No se preocupe usted, que en menos de 10 minutos sale otro tren con el mismo destino". Pero él le respondió: "No ha comprendido usted el motivo de mi apuro. Verá, el problema es que Wittgenstein había venido a despedirme".
Ludwig Wittgenstein
Un mozo de la estación que había observado las peripecias de ambos intentó consolar al compañero diciéndole: "No se preocupe usted, que en menos de 10 minutos sale otro tren con el mismo destino". Pero él le respondió: "No ha comprendido usted el motivo de mi apuro. Verá, el problema es que Wittgenstein había venido a despedirme".
Ludwig Wittgenstein
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