Cuando Grecia vivía su esplendor,
Roma era una pequeña aldea de la región de Lacio, en el centro de Italia. Ellos empezaron a contar los años desde el año
753a.C., su año cero. Según la leyenda en ese año tuvo lugar la fundación de la cuidad. Cuenta la leyenda que
Rómulo y Remo eran
hermanos gemelos hijos del dios Marte y descendientes de Eneas (héroe
troyano). Como el gobernante de la región temía que pudieran quitarle el
trono, por ello ordenó que los asesinaran. El hombre que debía hacer el
infanticidio, no pudo y los abandono en una cesta en el río Tíber. La
corriente del agua los llevó río abajo, hasta los pies de la colina
Palatino, donde fueron criados y alimentados por una loba y otros
animales. Cuando crecieron, Rómulo discutió con su hermano y lo mató. A
continuación fundó la ciudad de Roma.
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Fuente: INTEF/ Ilustrador: José Alberto Bermúdez |
Durante la primera etapa, la
Monarquía, la ciudad fue gobernada por reyes de origen etrusco, un territorio vecino. En este sistema los
reyes tomaban todas las decisiones. Las familias más importantes se reunían en una asamblea llamada
Senado, pero no tenía poder, únicamente aconsejaban al rey cuando lo pedía.
Cuentan una leyenda romana que una joven llamada
Lucrecia fue
violada por el hijo del rey de Roma. Ella exigió venganza y a
continuación suicidó. Este suceso indignó a los romanos que se rebelaron
contra la monarquía y en el año 509 a.C. expulsaron Tarquino el
soberbio, el último rey etrusco. Desde ese momento el poder pasó a manos
del
Senado. Así se
inicia la etapa de la
República.
Instituciones y cargos de la república
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Fuente: INTEF/ Ilustrador: José Alberto Bermúdez |
Con el fin de la monarquía, el Senado pasó a tomar todas las decisiones
importantes. Las instituciones más importantes de la república romana
eran:
- Un Senado, donde se reunían los romanos más ricos y poderosos para tratar los temas importantes.
- Varios magistrados, equivalentes a los actuales ministros, que ejercían su poder durante un año. Los magistrados más importantes eran:
- Los cónsules, los más importantes, dirigían el ejército.
- Los pretores, que presidían los tribunales de justicia y gobernaban las provincias y las ciudades.
- Los censores, que hacían listas de ciudadanos y vigilaban las costumbres.
- Los ediles que se encargaban de tareas de la ciudad.
- Los comicios, asambleas de ciudadanos que votaban las leyes y a los magistrados.
Expansión romana durante la república
Durante la monarquía y la república, los romanos Sufrió invasiones de
otros pueblos, como los etruscos o los galos, pero se liberó de ellos.
Sostuvieron varias guerras contra sus vecinos (
galos al norte, samnitas en el centro y griegos en el sur,
Magna Grecia) hasta que finalmente dominaron toda la península itálica. Las guerras tuvieron causas diversas:
- En un primer momento, los romanos se defendieron de ataques exteriores, por lo que las guerras tenían una causa defensiva, como las guerras contra los galos.
- Luego las guerras se produjeron porque no se ponían de acuerdo en el
control de un territorio fronterizo y se enfrentaron a otros estados
que también lo reclamaban, en este caso hablamos de litigios fronterizos. Así pasó con la conquista de Italia y con la de Sicilia (Primera Guerra Púnica).
- Después cuando vieron que eran más fuertes que otro pueblos, ellos
mismos iniciaron guerras de conquista con cualquier excusa, pensando en
obtener riqueza fácilmente. En este caso hablamos de guerras de conquista por avaricia, ante una superioridad militar evidente.
- Desde las reformas del cónsul Mario, las guerras también servían para dar trabajo a los plebeyos y que no se subleven contra los patricios.
- Finalmente los propios generales romanos comenzaban guerras civiles por ambición y usaban sus ejércitos contra otros generales romanos para dominar provincias o el poder de Roma.
La lucha por el control de la isla de Sicilia enfrentó a Roma con otra
civilización que estaba expandiéndose desde el norte de África:
Cartago.
Las tres guerras que mantuvieron romanos y cartagineses por el control
del mediterráneo occidental (desde Sicilia a Hispania) se llamaron
Guerras Púnicas.
La primera (264-241 ac) se produjo por el control de Sicilia y terminó
con la victoria romana, que se quedó con la isla y recibió de Cartago
tributos (impuestos cada año). Después, los cartagineses que deseaban
resarcirse, se prepararon bien. La segunda Guerra Púnica (218-201 a.C.)
empezó en Sagunto (Hispania), y comenzó con victorias cartagineses,
cuyo ejército dirigido por el general
Aníbal invadió Italia y
asedio la ciudad de Roma. Pero una contraofensiva romana invirtió la
situación y Cartago fue derrotada en la batalla de Zama por por Publio
Cornelio
Escipión, entonces Roma ocupó gran parte de Hispania y Cartago quedó reducida a la capital y zona próxima. Finalmente, con la tercera
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Esquema del profesor Jaime Castillo |
guerra púnica (149-146 a.C.), los romanos temían una recuperación de
Cartago, por lo que la asediaron y la destruyeron totalmente. Su
territorio del norte de África fue anexionado y convertido en la
provincia de África. También durante ese siglo Roma ocupó Macedonia
(tras las
Guerras Macedónicas), Grecia (tras la destrucción de
Corinto en el 146 a.C.) y noroeste de África (tras las la conquista del reino de Numidia por el cónsul
Mario).
Guerras púnicas
Las guerras púnicas
fueron una serie de 3 conflictos armados librados por los romanos y los cartagineses entre los años 264 a.C. y 146 a.C. Estas
guerras reciben el nombre de púnicas porque los romanos utilizaron
dicho término para referirse a los cartagineses, debido a su
descendencia de los fenicios.
En estas guerras se enfrentaron dos potencias del momento:
- Roma: Buscaba expandirse territorialmente y tener acceso al control sobre el mar Mediterráneo.
- Cartago: Poderosos por su enorme flota naval y su experiencia en navegación, pero tenían escasas fuerzas militares terrestres.
Estos conflictos armados se desatan cuando
ambas potencias comienzan a disputarse el territorio de Sicilia, en manos de los cartagineses. Este territorio era fundamental para la
expansión comercial, territorial y política romana.
A su vez, existía una rivalidad entre ambas naciones por la constante
lucha por obtener el control de todo el mar Mediterráneo.
Luego de esta serie de guerras,
el imperio romano logra eliminar una civilización completa, la cual podría haber sido un potencial rival en todo el mundo. Así logra también tener el
acceso al mar y obtener una gran flota naval y militar, fortaleciendo aún más su poderío.
Más información
La incapacidad de la república de resolver los problemas sociales, hizo
que aumentara la importancia del ejercito. Los generales acabaron
usando sus ejércitos para servir sus intereses, y estallaron numerosas
guerras civiles. Los
Craso (vencedor de Esparatco),
Pompeyo (optimate
) y
Julio Cesar (popular) llegaron a un acuerdo para repartirse el poder llamado
triunvirato. Pompeyo conquistó los reinos asiáticos desde Asia Menor hasta Judea, y Julio Cesar conquistó la
Galia (la actual Francia) del 57 al 51 a.C. Para ello tuvo que vencer a
Vercingétorix en la batalla de
Alesia (52 a.C.). Después se enfrentó al Senado (en manos de los optimates) y con el apoyo de los plebeyos instauró una
dictadura.
La economía durante la república y la primera parte del Imperio. La expansión territorial favoreció la expansión del
comercio y de la vida en la ciudad. Durante el siglo I y II predominó la paz por eso se habló de
pax romana. Se construyeron numerosas ciudades que se comunicaban entre sí con
vías o calzadas romanas, puentes y puertos. Se generalizó el uso de
monedas, que se fabricaban en talleres llamados
cecas. Además de las cecas, las
ciudades contaban con
talleres
artesanos para multitud de cometidos. Los plebeyos trabajaban sus
propias tierras, como comerciantes o para los patricios. Los esclavos
trabajaban en los
latifundios de los patricios. Los latifundios eran grandes explotaciones agrícolas dirigidas desde una
villa (casa
de campo de los patricios) . Como el latifundio trabajado por
esclavos era el centro de la economía romana, podemos hablar de un
sistema esclavista.
Para cultivar usaban arados de reja tirados por bueyes (con una pieza
de hierro para profundizar más en la tierra), para moler el grano y
obtener harina usaban molinos movidos por animales o por el agua de
los ríos. Para conseguir mejores cultivos, dejaban descansar algunas
parcelas (dejándolas en
barbecho) y cambiaban el tipo de cultivo (
rotación).
El Alto Imperio (
vídeo sobre el Imperio Romano)
En el año 44 a.C. Julio Cesar fue asesinado y se inició una nueva guerra
civil entre los asesinos de Cesar y los seguidores de Cesar. Estos
últimos salen vencedores. Pero después se enfrentan entre ellos, por un
lado
Octavio, el hijo adoptivo de Cesar y por otro su antiguo aliado
Marco Antonio y a la reina
Cleopatra. Tras su derrota, Roma se anexionó Egipto. En el año 27 a.C. el Senado otorga a Octavio el título de
Augusto y de
Emperador (jefe de todos los ejércitos) , iniciándose así una nueva etapa: el
Imperio.
En ese momento Roma ya ha controla todo el Mediterráneo oriental por lo
que todos los territorios que rodean al mar quedaban unificados y
convertidos en provincias romanas.
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Mapa CC de R. Laguna . |
En este nuevo sistema, el imperial, el emperador gobernaba en solitario.
Nombraba a los cargos importantes, hacia las leyes mediante documentos
llamados
edictos y contaba con una guardia personal que le protegía llamada
guardia pretoriana.
Su poder era tan grande, que llegaron a auto proclamarse dioses, y
exigieron que se les rindiera culto. Incluso se divinizaron las esposas
de los emperadores, como
Livia, mujer de Octavio, que se convirtió en el arquetipo de esposa perfecta. Fueron famosos los emperadores, Tiberio,
Calígula (por sus atrocidades),
Claudio (conquistó Britania y Mauritania)
Nerón,
Tito
(reconquistó Jerusalén y destruyó su templo, construyó el Coliseo, y
gestionó la erupción del Vesubio y la destrucción de Pompeya)
Trajano (de origen Hispano, conquistó Dacia)
Adriano (construyó el Panteón) o
Marco Aurelio (el emperador filósofo).
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Fuente: INTEF/ Ilustrador: José Alberto Bermúdez |
Cuando un magistrado o un emperador vencían en una guerra importante, el
senado romano le concedía el derecho de ser recibido en Roma con una
ceremonia llamada
triunfo. El líder victorioso entraba a Roma
encima de su carro con una corona de laurel. Detrás de él desfilaba su
ejército, los prisioneros y el botín. Los ciudadanos romanos le
aclamaban y le lanzaban flores. Pasaba bajo un arco de triunfo y
terminaba en el templo de Júpiter, en la colina del Capitolio. Después
había un banquete y espectáculos en el Coliseo.
Para gestionar mejor los territorios y enfrentarse mas eficazmente a las invasiones,
Diocleciano dividió el Imperio en
cuatro zonas con cuatro gobernantes distintos (tetrarquía). Desde ese
momento la ciudad de Roma pierde protagonismo, siendo sustituida como
capital de la zona occidental por Milán. Diocleciano intentó unificar
las creencias de todos los romanos en torno al politeísmo y los cultos
tradicionales romanos. Como los cristianos se negaron, se les persiguió
más duramente. Fue la llamada
"gran persecución"
El emperador Galerio al final de su gobierno se dio cuenta de que no
servía de nada así que desistió. Poco antes de morir promulgó el
edicto de tolerancia de Nicomedia en
el 311 por le que se acaba la persecución contra el cristianismo. Su
sucesor Constantino aplicó esta decisión y los historiadores cristianos
le atribuyeron el
Edicto de Milán o de la tolerancia del 313, por el cual se toleraban todas las creencias, incluida la cristiana.
Años después, en el año
380 Teodosio, prohíbe el resto de religiones con el
edicto de Tesalónica.
Con la oficialidad del cristianismo, el emperador pasó a controlar a la
Iglesia (conjunto de cristianos jerarquizados). Comenzó la persecución
contra los paganos. En Alejandría la secta cristiana de los parabolanos
destruyó el espectacular templo de Serapis en el 392 d.C, lo que quedaba
de la gran biblioteca y en 415 asesinaron la matemática, filósofa y
astrónoma
Hipatia.
Después de nuevas guerras civiles,
Teodosio divide definitivamente el Imperio en dos (occidente y oriente) en el 395. El occidental trasladó la capital de Milán a
Rávena,
en el norte de Italia, ya que era más fácil de defender. El oriental
puso su capital en la ciudad de Bizancio, que fue rebautizada como
Constantinopla,
situada estratégicamente en el estrecho del Bósforo, entre el
continente asiático y el europeo. La presión de los bárbaros siguió
aumentando y en el siglo V el pueblo de los hunos, dirigidos por
Atila, entraron
en territorio romano y lo saquearon. Finalmente en el año 476, el jefe
bárbaro Odoacro conquistó Roma y destituyó al último emperador de
occidente Rómulo Augustulo. Al mismo tiempo muchos pueblos bárbaros
invaden el territorio del Imperio romano occidental:
vándalos (norte de África),
visigodos (Hispania),
francos (Galia),
ostrogodos (Italia)
anglos y
sajones (Britania), etc.
La caída de Roma marca el paso de la Edad Antigua a la Edad Media. La
parte oriental del Imperio Romano sobrevivirá durante toda la Edad
Media, lo conocemos con el nombre de
Imperio Bizantino.
Fuente: https://www.profesorfrancisco.es/2012/10/roma-antigua.html
VIDEOS:
El Imperio Romano en 10 minutos
Causas de la caída del Imperio Romano de Occidente
En el año 476 d.C cayó definitivamente el
Imperio Romano de Occidente. Así aparece recogido en todos los libros de historia, pero a decir verdad
Roma
ya venía perdiendo bastante fuelle en los últimos años, concretamente
durante un siglo antes. Hoy queremos daros algunas de las causas de la
caída del Imperio Romano.
Causas que provocaron la caída del Imperio Romano
Para que todo un gran imperio como este se desmoronara tuvieron que
confluir muchos factores. Todo empezó, puede decirse, en el año 285,
cuando el imperio se divide en Oriente y Occidente. Los recursos y la
población disminuyó bastante, y esto lo acusó el imperio muy fuerte.
Precisamente la falta de recursos en Occidente se vio en la pérdida de
riqueza de su gobierno. Esto conllevó a la subida de impuestos, la
reducción de las ventas y el aumento del desempleo.
Otra de las causas fue la llegada del cristianismo, en el sentido de
que se desmitificó completamente la figura del emperador, considerado
antes como un dios. Curiosamente esto provocó que ya poca gente se
interesaba en la vida militar, por lo que el ejército ya no era ni mucho
menos de lo mejorcito del imperio. Se contrataron bárbaros para formar
las legiones, gente sin ninguna lealtad a Roma.
Este ambiente enrarecido beneficiaba al surgimiento de las
corrupciones políticas. Los excesos de los emperadores y los altos
funcionarios llevaron a la ruina al gobierno del imperio. No había
dinero para nada, lo que conllevó que incluso la salud pública se
resquebrajara. La gente moría de hambre por las calles. El Imperio
Romano se hundía lentamente.
Ante una situación así, ¿quién no hubiese aprovechado la ocasión para
lanzarse sobre Roma y conquistarla?. Era el momento propicio, y los
pueblos bárbaros no pudieron esperar más. Desde finales del siglo IV los
galos, antiguos oprimidos, se venían levantando contra Roma. Ahora no
encontraban tanta oposición como antes.
A ellos se les unieron los
visigodos y los vándalos,
ávidos de conquistar un imperio inmenso. Fue ya en el año 476 cuando
Roma, una ciudad destruida moral, social, económica y políticamente, no
pudo más. Acababa así el Imperio Romano de Occidente, una de las
civilizaciones más grandes y potentes de la historia.
Fuente: https://historiageneral.com/2010/10/26/causas-de-la-caida-del-imperio-romano-de-occidente/
Resumiendo:
Antagonismo entre el Senado y el Emperador.
Pérdida de la moral.
Corrupción política y de la Guardia Pretoriana.
Rápida expansión del Imperio.
Guerras constantes y alto gasto militar.
Economía decadente y alta inflación.
Desempleo de la clase trabajadora.
La chusma y el costo de los juegos de gladiadores.
La esclavitud.
Desastres naturales.
Cristianismo.
Invasión bárbara.
Religión en la Antigua Roma
La religión romana consistía, igual que entre los
griegos, más en un conjunto de cultos que en un cuerpo de doctrinas. Había dos
clases de cultos: los del hogar, que unían estrechamente a la familia, y los públicos,
que estimulaban el patriotismo y el respeto al Estado. En la época
imperial se añadiría el culto al emperador. En términos
generales, se trataba de una religión tolerante con todas las religiones
extranjeras, pues los romanos acogieron a dioses griegos, egipcios, frigios,
etc. También era una religión contractual, pues las plegarias y ofrendas se
hacían a manera de pacto con los dioses, es decir, para recibir favores, y si
el creyente entendía que la divinidad no le cumplía, dejaba de rendirle culto.
El cristianismo se convierte en religión del
Estado en el Imperio Romano.
El 27 de febrero de 380, el emperador romano de
Oriente Teodosio (347-395) firmó, en presencia del emperador romano de
Occidente Valentiniano (371-392) y su co-gobernante medio hermano Graciano
(359-383) un decreto con el que declaró al cristianismo religión del Estado y
estipuló un castigo a quienes practicaran cultos paganos. El decreto “Cunctos
populos”, concedía no sólo un lugar preponderante al cristianismo, sino que
también suponía la persecución contra quienes practicaran otra fe.
Particularmente bajo el emperador Diocleciano (245-316) se intensificó
la persecución cristiana. Diocleciano quería revivir los viejos cultos paganos
y que éstos se convirtieran en la religión del imperio. Pero su política
anticristiana fracasó y fue eliminada por su sucesor, el emperador Constantino
(285-337).
Con el mismo fanatismo con el que antes fueron perseguidos los
cristianos y judíos, ahora se hostigó a quienes practicaran otra fe. La
realización de cultos paganos fue considerada alta traición y los
templos y lugares sagrados fueron destruidos, como el Oráculo de Delfos,
el recinto sagrado al que acudían los griegos para consultar a los
dioses. No obstante, aquel 27 de febrero de 380 se convirtió en un hito
de la historia europea porque unió las raíces judeo-cristianas con la
antigüedad greco-romana, una simbiosis que trasciende hasta la
actualidad.
La prehistoria greco-romana del continente y la
religión judeo-cristiana marcaron decisivamente Europa, para bien y para
mal, pues en los siglos siguientes los cristianos no sólo ayudaron a
los pobres en nombre de la cruz, sino que también asesinaron en nombre
de Dios a críticos y disidentes.