Que hay de cierto en la creencia popular que cuando se
pone la oreja en una caracola se oye el mar, pero nada más lejos de la
realidad científica. Vean lo que dice la Wikipedia a este respecto:
Existe un mito popular que si uno toma una concha y se la acerca a la oreja, se puede escuchar el sonido del mar.
Existe un mito popular que si uno toma una concha y se la acerca a la oreja, se puede escuchar el sonido del mar.
El sonido
que se escucha es en realidad el ruido del entorno, resonando dentro de
la cavidad de la concha. El mismo efecto se puede producir con
cualquier cavidad resonante, como un vaso vacío, o incluso simplemente
de captación a lo largo de la oreja. La similitud de los ruidos
producidos por el resonador a la de los océanos, se debe a la semejanza entre los movimientos de los océanos y el flujo de aire.
El
resonador es simplemente un amplificador de algunas frecuencias
existentes en el medio ambiente, incluyendo el aire que fluye dentro del
mismo. Asimismo con un resonador se podrían captar los sonidos
originados en el propio cuerpo humano, y atenuar otros.
El oído humano
capta los sonidos producidos por el cuerpo humano, como la sangre que
fluye, los músculos de la actuación e incluso el aire se filtra a través
de la cera del oído. Estos sonidos son normalmente desechados por el
cerebro, sin embargo, se hacen más evidentes cuando se filtran los
sonidos externos más fuertes. Este efecto produce la oclusión con
conchas marinas, vasos, o manos extendidas sobre los oídos, y también
con auriculares circulares, cuyas copas forman un sello alrededor de la
oreja, aumentando la impedancia acústica de los sonidos externos
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