Zenón de Elea fue un filósofo que vivió en el siglo V antes de Cristo. Fue
famoso por sus paradojas con las que negó en todo momento la existencia del
movimiento.
Cuentan que un buen día iba dando unas clases a campo abierto a alguno de sus alumnos jóvenes y al pasar por delante de una casa salió corriendo hacia ellos un perro enorme con muy malas pulgas ladrando sin parar. Zenón salió corriendo, más rápido incluso que sus alumnos. Cuando consiguieron esquivar al perro y se sentaron todos a descansar sobre unas piedras, uno de sus alumnos le pregunto: - "¿Y por qué corríamos todos para huir del perro si como está demostrado el movimiento no existe y nunca nos podría alcanzar?" A lo que Zenón respondió:- "Por supuesto, está claro que en realidad no nos hubiera alcanzado, pero se habría producido una imaginaria ilusión de nuestros sentidos realmente pavorosa que nos habría dejado los nervios destrozados aun sin motivo".
Su vida
Cuentan que un buen día iba dando unas clases a campo abierto a alguno de sus alumnos jóvenes y al pasar por delante de una casa salió corriendo hacia ellos un perro enorme con muy malas pulgas ladrando sin parar. Zenón salió corriendo, más rápido incluso que sus alumnos. Cuando consiguieron esquivar al perro y se sentaron todos a descansar sobre unas piedras, uno de sus alumnos le pregunto: - "¿Y por qué corríamos todos para huir del perro si como está demostrado el movimiento no existe y nunca nos podría alcanzar?" A lo que Zenón respondió:- "Por supuesto, está claro que en realidad no nos hubiera alcanzado, pero se habría producido una imaginaria ilusión de nuestros sentidos realmente pavorosa que nos habría dejado los nervios destrozados aun sin motivo".
Su vida
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