Los alanos españoles
son una raza de perro que se caracteriza por su robustez, cabeza grande
y fortaleza. Fue muy usado en la Edad Media en las batallas y cruzadas,
en las que un buen número de ellos acompañaban a los ejércitos y eran
utilizados contra el enemigo e incluso durante los enfrentamientos
durante la Reconquista.
A
pesar de su fiereza, el alano está considerado como un perro fiel,
debido a que, con un adecuado adiestramiento, obedecía cualquier tipo de
orden que le diesen sus propietarios, lo que los convirtió en unos
animales perfectos para ser llevados a las guerras y, sobre todo,
durante la época de la conquista del Nuevo Mundo, en la que los conquistadores ignoraban con qué tipo de indígenas podrían encontrarse
en sus itinerarios por el continente y sabían que, dándoles a los canes
las instrucciones precisas, éstos podrían dar caza y someter a
cualquier enemigo con el que se topasen.
De los muchos perros que fueron llevados hasta América destaca ‘Becerrillo’,
posiblemente el más famoso de todos ellos, y al que se le considera
como el más eficaz de todos ellos (aunque cabe destacar que el can tuvo
descendencia y uno de ellos, de nombre ‘Leoncico’ también es recordado por su destreza y fidelidad a los conquistadores españoles).
Numerosas
son las crónicas de la época en las que aparece mencionado Becerrillo y
alguna de sus gestas, al perseguir y dar caza a algún nativo que se
había dado a la fuga.
Incluso
hay una historia (hay quien indica que debería catalogarse como
leyenda) que explica cómo en cierta ocasión, un grupo de soldados
españoles a las órdenes de Juan Ponce de León (descubridor de La
Florida, el primer asentamiento en el continente americano) azuzaron a
Becerrillo para que atacase a una anciana nativa, con el fin de
entretenerse y divertirse. Tal y como explican alguno de esos relatos,
el perro en lugar de atacar se sentó junto a la mujer tras ver la mirada
de terror de ésta y haberle susurrado algunas palabras en su idioma
(algunas fuentes señalan que las palabras fueron en español y que el can
la olfateó y orinó junto a ella, otras que lo hizo sobre la mujer e
incluso que la llegó a lamer). Pero, tal y como indico, a pesar de que
hay numerosas crónicas sobre ellos (con diferentes versiones) existen
muchas dudas de que ocurriese en realidad y, muy posiblemente, esta
leyenda se creara con el fin de señalar la nobleza y gran corazón del
animal, ante quienes lo tacharon de fiera salvaje.
Parece
ser que Becerrillo murió en una de las batallas al ser atravesado por
una flecha envenenada. También se explica a menudo que, probablemente,
los conquistadores españoles utilizaron a más de un perro a los que
llamaron también Becerrillo, ya que éste podría haber fallecido en
alguna de las muchas batallas que participó y con el fin de que los
enemigos nativos no supieran la verdad y siguieran temiéndolo, debido a
la fama de fiero y letal que tenía el can (algo muy similar a la famosa
leyenda del Cid Campeador, que explica que tras haber fallecido usaron
su cadáver para montarlo en un caballo Babieca durante una decisiva
batalla contra los musulmanes en Valencia).
Fuente: https://es.noticias.yahoo.com/cuando-los-conquistadores-espanoles-llevaron-al-nuevo-mundo-perros-adiestrados-para-dar-caza-y-someter-los-nativos-093735464.html
Alano español
Alano español
El alano español es una raza de perro de presa. Su tamaño es medio y se considera como raza autóctona de España. Sus orígenes son muy antiguos. Al mezclarse se crean otras razas como el perro de toro en España, el alano de vautre (agarre) en Francia, el antiguo bulldog en Inglaterra, el extinto Bullenbeisser en Alemania. Además forma parte del grupo Generación Bullenbeisser.