El aloe vera, también conocido como sábila, es una planta maravillosa rica en vitaminas, minerales y aminoácidos. Aunque parezca un cactus no lo es, ya que pertenece a la familia de las
liliáceas (como los
espárragos o los tulipanes). Con su poder natural,
nutre, hidrata y repara tu piel rápidamente.
¿Cuáles son sus beneficios?
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Calma quemaduras y regenera la piel.
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Alivia el dolor de muelas de manera refrescante y natural.
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Favorece la cicatrización:
en caso de pequeños cortes, utiliza la hoja del aloe como lo haríamos
con las quemaduras y aprovéchate de su asombroso poder cicatrizante.
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Calma las irritaciones de la piel
y su enrojecimiento. Para las irritaciones de la piel, como las que nos
ocasiona la depilación, el aloe vera es un gran aliado. Además sentirás
cómo refresca tu piel.
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Hidrata en profundidad esas zonas ásperas de la piel.
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Cuida tu cabello, elimina las impurezas, dejándolo limpio y suave.
Mantenimiento y Cultivo
El Aloe Vera tiene dos enemigos naturales: el exceso de agua y el
frío por debajo de Oº. Es muy resistente a la plagas y a la falta de
agua.
Para su cultivo, es mejor hacerlo en maceta de barro en vez de
plástico. Este lo llenaremos con tierra normal de exterior, con un 50%
de turba, a partes iguales. En el fondo pondremos un drenaje de dos
dedos de gravilla. Se cubrirá la planta hasta el nacimiento de las
hojas, esperando un par de semanas, para empezar su riego, así dará
tiempo a cicatrizar sus heridas durante el trasplante.
Situar la planta en lugar soleado y cálido,
donde tenga mucha luz de sol. En el invierno, la protegeremos del frío.
Su reproducción mediante hijos que le nacen alrededor. Cuando éstos
tengan una altura de cuatro dedos, se han de separar de la planta
adulta. Lo podemos hacer de dos maneras:
Hurgando con los dedos, hasta encontrar su unión de madre e hijo o
sacándola totalmente de la maceta, separándola de la madre con más
precisión y con todas sus raíces, aprovechando así, para recortar las
raíces de la planta madre, si es que las tiene demasiado largas, y
añadiendo abono vegetal orgánico en la tierra al plantarlo de nuevo, hay
que recordar, que no se puede regar durante las dos primeras semanas
después de su transplante.
Se dejan secar las heridas, durante un par de semanas, sin exponerlos
al sol directamente, pudiendo plantarlos individualmente en maceta.
Uso
Se han de cortar las hojas más bajas, exteriores y más próximas a la
tierra, porque son las más viejas y tienen concentradas todas sus
propiedades curativas. La herida cicatriza sin alterar el crecimiento de
la planta. Se corta el trozo que se necesita, se sacarán los bordes
espinosos; si es para uso interno, se separa la piel y se come la pulpa.
Se ha de tener un rato en la boca y masticarla, hasta que esta quede
líquida antes de tragarla. Si és para uso externo, se sacan los márgenes
espinosos, se abre el trozo por la mitad, y se aplica frotando a modo
de cataplasma. Se puede calentar la hoja, pasándola cerca de una fuente
de calor antes de su uso.
Para comer Aloe se corta la hoja por la base y se deja reposar en un
vaso con el corte hacia abajo, para que suelte gran parte de la amarga
aloína. Para quitarle mas amargor se pone en otro vaso con agua y se
deja reposar unas horas. Se le quitan las espinas pasando un cuchillo y
se pela. Se ha de tener un rato en la boca y masticarla, hasta que esta
quede líquida antes de tragarla. Si resulta amargo los trozos pelados se
pasan primero por agua.
Energético
Ingredientes:
1 hoja mediana de Aloe
1 vaso con agua
1 limón
miel de abeja (natural)
canela (opcional)
PREPARACIÓN
El Aloe con su cáscara pero sin las espinas y cortado en pedacitos
se bate con un vaso de agua, limón y miel al gusto y se filtra (la
sábila sabe amarga y el limón y la miel enmascaran el amargor)
Se toma una hora y media antes de desayunar (El Aloe es un alimento muy fuerte y conviene esperar a que se digiera bien)
Nutrientes encontrados en el Aloe vera
http://www.nutribiota.net/blog/blog4.php/aloe-vera?page=2
Agua
metabolizada y purificada por la planta. Con un contenido del 95,5% que facilita la asimilación de nutrientes
Enzimas
Entre otras; Fosfatasas, amilasas y bradiquinasas que estimulan el
sistema inmunitario y tienen acción analgésica y antiinflamatoria,
catalasas que previenen la acumulación de agua en el cuerpo, celulasas
que favorecen la digestión de la celulosa, creatina fosfoquinasa de
acción en el músculo y lipasas que ayudan a la digestión.
Sales minerales y oligoelementos
Manganeso, Calcio, Potasio, Sodio, Aluminio, Hierro, Zinc, Cobre,
Plata, Cromo, Fósforo, yodo, azufre, magnesio, Titanio y Germanio*.
Vitaminas
B12, B1, B2, B5, B6, A y C.
Aminoácidos
Esenciales
Isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina y valina.
No esenciales
Ácido aspártico, ácido glutámico, alanina, arginina, cistina, glicina, histidina, hidroxiprolina, prolina, serina y tirosina.
El Aloe Vera contiene siete de los ocho aminoácidos esenciales para
el cuerpo humano y dieciocho de los veintidós considerados como
secundarios. Estos son necesarios para la formación y estructuración de
las proteínas, que son la base de las células y tejidos.
Acidos grasos
En particular, el ácido caprílico, el cual se usa en el tratamiento de las infecciones por hongos.
Antraquinonas
Las principales antraquinonas del aloe son la aloina y la
aloemodida. Con efectos analgésicos, laxantes, antibióticos y
antivirales,
Las antraquinonas en altas concentraciones y o aisladas en compuestos
comerciales o farmacéuticos pueden ser tóxicas (En general son
responsables de causar irritación intestinal) Estas se hallan entre la
cáscara y la pulpa y forman parte de la composición del látex (de color
amarillento y gusto amargo) Este látex o savia, provoca que al hacer un
corte en la planta la herida se cicatrice. En contacto con el aire se
oxida rápidamente.
Esta delgada capa amarilla contiene mucha aloina y es muy amarga, y no
tiene interés nutritivo. Sin embargo es muy apreciable a nivel curativo
sobre todo en dosis adecuadas, si es prescrita por un Doctor o terapeuta
competente.
Glúcidos
Monosacáridos.
(hidratos de carbono simples ), tales como glucosa, manosa y galactosa.
Polisacáridos.
Lignina, acemannan, glucomannan, pentosa,
galactosa. Son biomoléculas formadas por la unión de una gran cantidad
de monosacáridos. Se convierten en reservas energéticas y estructurales.
Como Hacer Champú con Aloe Vera