A base de hinchar currículos profesionales sin medida el maquillaje de su currículo y su capacidad de invención. Son hojas de vida inflamables. El truco quizás pueda resultar eficaz al principio en algún caso pero siempre acaba perjudicando, como un boomerang. Nunca mientas en una entrevista de trabajo. Los
responsables de recursos humanos saben preguntarte lo mismo dos y tres
veces sin que te percates de ello y detectan enseguida a los
fabuladores. Quedas descalificado al instante. ¿Cómo contratar,
cómo conceder confianza para que hable en nombre de tu empresa, o para
que la conozca bien por dentro, incluidos los secretos propios de cada
organización, a alguien que ya miente en los primeros minutos de
contacto?
El que miente, o el que exagera sin medida, no es
recomendable. Hay que pasar el filtro de la entrevista pero a veces se
va más lejos y, si al entrevistador le quedan dudas, llama a alguna
empresa que figura en el historial. Si se han contado cosas distintas a
la realidad, el chasco está garantizado. El refranero popular español
dice sabiamente que "se pilla antes a un mentiroso que a un cojo".La verdad siempre por delante, incluidos los fracasos. ¿Los fracasos también? Sí, los fracasos. En la cultura latina, y en la española en particular, los fracasos estigmatizan. Pero cada vez hay más personas que, aprendiendo de la cultura emprendedora anglosajona, saben valorar a los que fracasaron y son capaces de contarlo. Porque los fracasos, a pesar de su dureza, son escuelas de aprendizaje, curten a las personas, les enseñan cómo no volver a equivocarse. "Las derrotas nos hacen crecer".
De modo que currículo corto o largo, con experiencia o sin ella, que huela a trasparencia. Las empresas quieren, sobre todo, personas honestas a bordo, no peliculeros de credibilidad escasa o nula.
Autor: Manuel Campo Vidal
Fuente: http://es.finance.yahoo.com/blogs/secreto-profesional/nunca-mientas-en-una-entrevista-trabajo-141839995.html
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