John Dalton nació en 1766 en Inglaterra, en Cumberland. Era el hijo de un tejedor muy humilde que no tenía medios para procurarle una educación pero Dalton hijo era tan inteligente que se educó de forma casi autodidacta y a los doce años ya era maestro en una escuela cuáquera cuya religión profesaba. Con tan sólo 19 años era ya el director de la escuela. En 1792 ya daba clases en la Universidad de Manchester y no llegó más lejos porque prefirió renunciar a su trabajo de profesor para poder dedicarse a sus descubrimientos. Fue el primer científico que propuso que el origen de la lluvia viene de un descenso de la temperatura y asimismo descubrió que las auroras boreales se producían por el magnetismo terrestre. Su descubrimiento más famoso fue la formulación de la teoría atómica en el año 1803. Propuso acertadamente por primera vez de forma científica (la teoría ya fue propuesta de forma intuitiva por Demócrito de Abdera) que los compuestos estaban constituidos por la combinación de átomos de elementos diferentes en proporciones definidas por números enteros pequeños. Por todos estos hechos Dalton ha llegado a ser considerado como el padre de la química moderna.
Pero a pesar de estos logros Dalton es conocido sin saberlo por la mayoría de los seres humanos aunque no tengan conocimientos de física. El motivo es que Dalton padecía discromatopsia, una enfermedad, una especie de ceguera genética para los colores que desde entonces llevó para siempre su apellido y se llamó daltonismo. ¿Ven cómo sí que han oído hablar de Dalton sin saberlo? Es una enfermedad muy extendida que padece casi el 9 por ciento de las población al que causa muchísimo problemas y sufrimiento una sociedad que utiliza los colores para numerosas cuestiones vitales de la vida moderna. Dalton estaba convencido de que su problema era que sus ojos estaban bañados por un líquido desconocido de color azul que absorbía en sus ojos el color rojo. Por supuesto, no pudo asegurarse de esto y en 1844 cuando murió legó sus ojos a la ciencia para ver si se confirmaba su teoría. Muchos años después los científicos Molton y Hunt estudiaron sus ojos disecados y su ADN y descubrieron, aparte obviamente que no tenía ningún líquido azul, que en realidad lo que no veía Dalton era el verde y no el rojo. Es decir, Dalton tenía un daltonismo de tipo deuteranopo.
Cuenta una anécdota curiosa sobre Dalton, que refleja lo duro que es convivir con esta enfermedad en la sociedad donde los colores tienen gran importancia, que él, como ya he comentado antes, era cuáquero, por lo que era muy sobrio al vestir y siempre vestía de oscuro por discreción. En 1832 cuando tuvo que asistir a una recepción que daba en su honor el propio rey Guillermo IV, Dalton escogió con esmero uno de los trajes más sobrios y decentes que encontró pues quería vestirse de forma sobria por respeto al monarca. Para ello escogió un traje gris oscuro que le daba aspecto serio. Lo curioso fue que cuando entró en la recepción sus amigos mostraron caras de asombro aunque se contuvieron para no darle un disgusto al pobre, lo que el creía que era un traje gris oscuro era en realidad una vestimenta chillona y atrevida de color rojo escarlata que llevó toda la tarde sin enterarse sorprendiendo a todos hasta que salió y se lo dijeron sus amigos
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