Todos hemos oído hablar de los zombis, pero existe vehículos zombis.
«Vehículos zombis», es decir, coches, motos, furgonetas y camiones que circulan sin el seguro obligatorio o que son abandonados a su suerte sin comunicarlo a la Dirección General de Tráfico. En nuestro país en 2021 hay al menos 2,65 millones de vehículos que circulan sin seguro, cifra que equivale al 7,7% del parque automovilístico español.
La ley lo dice claro: cualquier vehículo que no haya sido dado de baja definitiva tiene la obligación de tener un seguro obligatorio (Art.2 TR Ley de Responsabilidad Civil y seguro de vehículos a motor).
Todos los coches que no hayan sido dados de baja definitiva están obligados por ley a tener un seguro de responsabilidad civil o seguro a terceros. A continuación detallo qué cubre el seguro obligatorio
Las consecuencias de no asegurar el coche
Multa entre 601 y 3.005 euros, según el daño, si se circula o no, el tiempo sin asegurar y la reiteración. Se incluyen coches abandonados o en lugares privados.
Y si además tienes un siniestro, el propietario tiene que hacer frente a los costes de todos los daños materiales y corporales.
Si tienes un coche abandonado y por circunstancias de la vida te lo roban y tienen un accidente tú eres responsable
En un coche sin seguro, ¿es responsable el conductor o el propietario?
Ambos son responsables solidarios. El primer responsable es el propietario por tener en posesión un vehículo sin asegurar, pero el conductor que comete la infracción o sufre un siniestro es el responsable de los daños. Los afectados reclamarán contra ambos. Más información
Yo vivo en Ibiza y cuando acaba la temporada de turismo sobre el mes de noviembre muchas personas que han venido a trabajar a la isla tiene que regresar a su lugar de procedencia pero como no han ganado mucho, no tienen dinero para pagar el billete del coche, por lo que lo tienen que abandonar, ocupando muchas plazas de aparcamiento.
Esto es un problema para las personas que vivimos en la isla y para el medio ambiente por la contaminación que ocasiona.
Para evitar males mayores los empleados de los Ayuntamientos tienen que proceder a retirarlos y llevarlos a depósitos municipales, con el consiguiente gasto económico a los Ayuntamientos.
No obstante, por lo general, los dueños de estos coches desconocen las consecuencias de sus actos y piensan que abandonando el vehículo no tendrán que hacer frente a ciertos trámites que les obligarán a desembolsar dinero. Algo totalmente falso.
Los artículos 84, 85 y 86 de la Ley de Seguridad Vial afirman que se podrá proceder a la inmovilización de un vehículo abandonado cuando éste presente deficiencias que supongan un riesgo grave para la seguridad vial. Además, el vehículo se podrá trasladar a un Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos (CATV) si permanece aparcado por un período superior a un mes en el mismo lugar, si presenta desperfectos que hagan imposible su desplazamiento por sus propios medios, o si le faltan las placas de matrícula.
Abandonar un vehículo en la calle se considera una falta grave que está sancionada con multas, además, todos los gastos que se originen durante la inmovilización y retirada del coche (costes de traslado en la grúa y estancia en el depósito municipal) recaerán sobre el conductor infractor o sobre el conductor habitual, el arrendatario o el titular, como último responsable.
Actualmente, dar de baja un vehículo es muy sencillo, puesto que desde el año 2006 ya no hace falta estar al corriente del pago del impuesto de circulación, un requisito que provocaba muchos abandonos. Ahora, únicamente hay que llamar a un desguace autorizado como Centro de Tratamiento de Vehículos y ellos se encargan de absolutamente todo, incluso de recoger el coche. Es más, normalmente, el propietario recibe una pequeña suma de dinero a cambio de la entrega del vehículo. Másinformación
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