¡Alabín alabán alabín bon ban!
Lo que a lo mejor no sabías es que tiene varios siglos a sus espaldas, proviene del árabe alla'ibín áyya ba'ád alla'ib bón bád y significa "jugadores, venga ya, el juego va bien".
Ese mismo origen tienen multitud de palabras y expresiones que usamos a diario: los arabismos.
Son el producto del intercambio cultural y lingüístico que hubo en la Península Ibérica entre el árabe, lengua semítica y el castellano, lengua romance con origen en el latín.
Es muy difícil saber cuántos arabismos hay exactamente. Y tiene que ver con la cantidad de palabras derivadas existen, le dice a BBC Mundo Ángeles Vicente, profesora titular del área de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Zaragoza (España).
Por ejemplo, aceite y aceituna provienen del árabe, pero no hay claridad sobre si se deberían contabilizar aceitunero o aceitoso, que son palabras derivadas. "Lo mejor es no cometer el error de decir un número. Pero sí dejar claro que la influencia(del árabe en el español) es enorme".
Cuándo aparecen los arabismos
Los arabismos no se incorporaron al castellano al mismo tiempo ni todos se mantuvieron.
Algunos aparecieron, desaparecieron ytomaron una nueva forma a lo largo de los años, como ocurre con la palabra con la que denominamos a ese polvo amarillento o rojo que se usa para el pelo o manos, lahenna (del árabe clásico ḥinnā'). Este arabismo ha evolucionado dentro del español. Antes era más frecuente hablar de aleña (del árabe hispánico alḥínna).