Según la RAE
Decimos que a alguien "se le ve el plumero"
para expresar que se le ven las intenciones, que se le nota claramente
cualquier inclinación o tendencia, aunque esté intentando disimularla
Origen y significado de la frase hecha “Vérsele el plumero”
Hay que remontarse a la Grecia antigua, al siglo VI a.C., para
encontrar el origen de esta expresión. Esopo escribió entonces la fábula
“La corneja y los pájaros”, que relata cómo Júpiter, el padre de los dioses, convocó a todas las aves para elegir a la más bella.
Mientras los pájaros arreglaban su plumaje, la corneja, consciente de su fealdad, se prendió al cuello las plumas desprendidas por el resto de pájaros. La corneja lucía el plumaje más bello ante Júpiter, pero antes de ser elegida las demás aves le quitaron las plumas que les pertenecían. “Se le vio el plumero”.
José María Iribarren sitúa en su libro “El porqué de los dichos” el origen de “Vérsele el plumero” (con un significado parecido al actual) en el penacho de plumas que llevaba el gorro del uniforme de la Milicia Nacional. Antiguamente era usual que cada bando contendiente en una guerra tuviese en su uniforme algún distintivo llamativo que, al igual que la bandera, fuese fácilmente identificable por los suyos en el fragor de la batalla.
La Milicia Nacional, instituida por las Cortes de Cádiz de 1812, contaba para este papel con un llamativo penacho de plumas que coronaba el morrión o gorro militar. En su época fue un instrumento de los progresistas en su lucha contra el absolutismo y, por ello, el llamativo penacho de plumas de los voluntarios de la Milicia Nacional pasó a simbolizar las ideas que esta milicia defendía.
En la prensa de finales del siglo XIX, la expresión se aplicaba a los políticos de tendencia liberal o que mostraban inclinación a favor de la misma.
vérsele a alguien el plumero
1. loc. verb. coloq. Descubir sus inteciones o defectos.
Origen y significado de la frase hecha “Vérsele el plumero”
Hay que remontarse a la Grecia antigua, al siglo VI a.C., para
encontrar el origen de esta expresión. Esopo escribió entonces la fábula
“La corneja y los pájaros”, que relata cómo Júpiter, el padre de los dioses, convocó a todas las aves para elegir a la más bella.Mientras los pájaros arreglaban su plumaje, la corneja, consciente de su fealdad, se prendió al cuello las plumas desprendidas por el resto de pájaros. La corneja lucía el plumaje más bello ante Júpiter, pero antes de ser elegida las demás aves le quitaron las plumas que les pertenecían. “Se le vio el plumero”.
José María Iribarren sitúa en su libro “El porqué de los dichos” el origen de “Vérsele el plumero” (con un significado parecido al actual) en el penacho de plumas que llevaba el gorro del uniforme de la Milicia Nacional. Antiguamente era usual que cada bando contendiente en una guerra tuviese en su uniforme algún distintivo llamativo que, al igual que la bandera, fuese fácilmente identificable por los suyos en el fragor de la batalla.
La Milicia Nacional, instituida por las Cortes de Cádiz de 1812, contaba para este papel con un llamativo penacho de plumas que coronaba el morrión o gorro militar. En su época fue un instrumento de los progresistas en su lucha contra el absolutismo y, por ello, el llamativo penacho de plumas de los voluntarios de la Milicia Nacional pasó a simbolizar las ideas que esta milicia defendía.
En la prensa de finales del siglo XIX, la expresión se aplicaba a los políticos de tendencia liberal o que mostraban inclinación a favor de la misma.