Cualquier profesor de una lengua extrajera debe elaborar a menudo pruebas de nivel. Las pruebas de nivel nos evalúa la competencia comunicativa para colocar a los alumnos/as en el curso o clase apropiada. La información aportada por las pruebas de nivel permite, por tanto, agrupar a los alumnos y organizar cursos según los distintos niveles de aprendizaje.
Disponer de una prueba objetiva para organizar cursos en centros de lenguas constituye el primer requisito. La propuesta que se establece está diseñada según los niveles establecidos por el Marco Común Europeo de Referencia (MCER): A1,A2,B1,B2,C1,C2
Los alumnos de nueva incorporación antes de matricularse pasarán una prueba de nivel para evaluar tanto la competencia comunicativa (comprensión y expresión escrita, compresión e interacción orales) como la competencia Lingüística. Esta prueba no se trata de un examen para recibir una nota, sino de obtener información para matricularlo en el curso que mejor se adapta a su nivel.
Resulta de gran utilidad contrastar los resultados de la prueba con las opiniones de los alumnos sobre su nivel de competencia. Los datos proporcionados por la autoevaluación contribuyen a asegurar la validez y la flexibilidad de la evaluación externa.