Cada
mañana millones de personas se despiertan y se dirigen soñolientos
hacia la máquina de café
para iniciar el día. Desde hace unas décadas,
los dispositivos de cápsulas se han hecho muy populares gracias a la
rapidez y comodidad con las que dispensan cada taza, sin embargo los
problemas medioambientales que están creando no se tuvieron en cuenta
cuando se desarrollaron.
Se
ha instalado en nuestra sociedad una cultura del “usar y tirar” que ha
facilitado nuestras vidas pero que, al mismo tiempo, está consumiendo
grandes cantidades de energía y recursos difícilmente recuperables. Las
cápsulas de café, hechas de plástico y aluminio, son un ejemplo de
materiales contaminantes y poco reciclables.
Y
es un dilema que no tiene fácil solución porque, lejos de disminuir, el
consumo de este tipo de cápsulas sigue creciendo imparable y en la
actualidad ya supone un tercio de todo el café que se consume en el
mundo. ¿Qué podemos hacer? Aún no tenemos respuesta para esa pregunta.
TOALLITAS HÚMEDAS
Otro de los graves inconvenientes que está provocando la moda del usar y
tirar es la contaminación, y atasco de sistemas de agua, causado por
las “toallitas húmedas”. La gente cree que estas toallitas se
descomponen como el papel higiénico y las tira por el inodoro, sin saber
los serios problemas medioambientales que están causando.
En Ibiza hace tiempo que toneladas de toallitas húmedas habían creado un
tapón en el sistema de depuración y desagüe. Cuando este atasco en las
tuberías estalló por la presión, miles y miles de estas toallitas
terminaron contaminando las costas baleares, sin que hasta el momento se
haya encontrado una solución.
APARATOS ELECTRÓNICOS
Las nuevas tecnologías y los dispositivos electrónicos cada vez más avanzados han dado lugar a otro grave problema. Ordenadores que hace unos años eran de última generación, móviles obsoletos y un sinfín de aparatos eléctricos terminan hacinados en gigantescos vertederos sin que exista un plan definido de qué hacer con ellos.
Las
naciones del tercer mundo están recogiendo la sobras tecnológicas de
nuestras modernas tecnologías y se está creando, no solo un gigantesco
problema para el medio ambiente sino también graves desigualdades
sociales.
Países de África, como Ghana o Nigeria, se han convertido en el basurero del primer mundo a causa de la falta de legislación y control sobre este tipo de desechos.
En
la actualidad cualquier producto que sale al mercado pasa una amplia
variedad de controles y estudios. Se analiza su seguridad, sus
capacidades, su potencial de venta… sin embargo, hay poco control sobre
los problemas que pueden crear al medio ambiente. Necesitamos
urgentemente que las instituciones y agencias responsables se impliquen
más en los costes ecológicos de las mercancías que compramos y sería
fundamental que se impidiera la salida al mercado de productos sin antes
presentar un plan viable para su reciclaje.
Ofrecer
productos que solucionan un problema pero crean otro más grave, no es
una buena idea en un planeta con más de 7.000 millones de personashttps://es.noticias.yahoo.com/productos-de-moda-convertidos-en-pesadillas-medioambientales-115654084.html?hl=1&noRedirect=1
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